David Bowie, una de las figuras más icónicas de la música y el espectáculo, siempre fue conocido por su extravagante estilo y su capacidad de reinventarse constantemente. Sin embargo, lo que muchos no saben es que durante su época de mayor éxito, en los años 80, el Duque Blanco tuvo que recurrir a disfraces para poder pasar desapercibido en la calle.
En una reciente entrevista con NME, Alan Edwards, apólogo de la industria musical y publicista de Bowie en los años 80, reveló que el cantante solía usar disfraces para poder salir a la calle sin ser reconocido por sus fans. Y es que en esa época, Bowie era una verdadera estrella de rock, con millones de seguidores en todo el mundo y una agenda llena de compromisos.
Pero, ¿por qué un artista tan famoso como David Bowie necesitaba ocultar su identidad en la calle? La respuesta es simple: para poder tener un momento de privacidad y tranquilidad en medio de su ajetreada vida. Como cualquier persona, Bowie también necesitaba salir a caminar, ir de compras o simplemente disfrutar de un café sin ser abordado por sus fans.
Según Edwards, Bowie era muy creativo a la hora de elegir sus disfraces. En una ocasión, se disfrazó de anciano con una barba falsa y un sombrero, y nadie lo reconoció. En otra ocasión, se puso una peluca rubia y unas gafas de sol, y logró pasar desapercibido en una tienda de discos. Incluso llegó a usar una máscara de látex para poder pasear por las calles de Nueva York sin ser molestado.
Pero, ¿cómo se sentía Bowie al tener que ocultar su verdadera identidad? Según Edwards, el cantante lo tomaba con humor y disfrutaba de la situación. Incluso llegó a bromear diciendo que era como un superhéroe con su identidad secreta. Y es que, a pesar de ser una estrella de fama mundial, Bowie siempre mantuvo los pies en la tierra y no se dejó llevar por la fama.
Además de usar disfraces en la calle, Bowie también era conocido por su habilidad para transformarse en diferentes personajes en el escenario. Desde Ziggy Stardust hasta el Duque Blanco, el cantante siempre sorprendía a su público con sus extravagantes atuendos y su puesta en escena. Y es que, para Bowie, la música era una forma de expresión y de liberación, y su imagen era parte fundamental de su arte.
Pero más allá de sus disfraces y su imagen, lo que realmente importaba en David Bowie era su música. Con más de 50 años de historia, el cantante dejó un legado imborrable en la industria musical, influenciando a generaciones de artistas y rompiendo barreras con su estilo único y su creatividad sin límites.
Hoy en día, a más de cuatro años de su partida, David Bowie sigue siendo recordado y admirado por millones de personas en todo el mundo. Y es que su música trasciende el época y sigue siendo relevante en la actualidad. Sin duda, el Duque Blanco siempre será recordado como una de las figuras más importantes de la música y el espectáculo.
En resumen, aunque David Bowie tuvo que recurrir a disfraces para poder tener un momento de privacidad en medio de su fama, su verdadera identidad siempre fue la de un artista talentoso, creativo y único. Y es que, como él mismo dijo una vez: «Soy un intérprete. Soy un artista. Soy un performer. Estos son mis disfraces». Y gracias a esos disfraces, hoy podemos seguir disfrutando de su legado musical y su impacto en la cultura popular.