No es ningún secreto que en la actualidad vivimos en una sociedad cada vez más estresada. Las exigencias laborales, familiares, sociales y personales nos mantienen en un estado constante de presión y preocupación. Y aunque el estrés es un fenómeno que ha existido desde tiempos inmemoriales, en la actualidad se ha convertido en una de las principales causas de enfermedad y malestar en el mundo.
Sin embargo, el Dr. Hans Selye, considerado el padre de los estudios sobre el estrés, nos enseña que no es el estrés en sí lo que nos mata, sino cómo reaccionamos ante él. Esto significa que, aunque no podemos evitar las situaciones estresantes en nuestras vidas, sí podemos controlar cómo nos afectan y cómo respondemos a ellas.
Pero antes de profundizar en este tema, es importante entender qué es el estrés y cómo se relaciona con la ansiedad. El estrés es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones demandantes o amenazantes. Nuestro cuerpo entra en un estado de alerta y prepara a nuestro organismo para enfrentar la situación. Sin embargo, cuando el estrés se prolonga en el tiempo o es muy intenso, puede convertirse en un problema de salud.
La ansiedad, por otro lado, es una respuesta emocional que surge cuando nos enfrentamos a situaciones que percibimos como una amenaza o un peligro. Aunque es una emoción normal, cuando se vuelve excesiva o desproporcionada, puede afectar nuestra vida de manera negativa.
Como menciona el Dr. Kurt Goldstein, psiquiatra y neuropsicólogo, el temor agudiza los sentidos, mientras que la ansiedad los paraliza. Es decir, el estrés nos mantiene alerta y nos ayuda a enfrentar situaciones difíciles, mientras que la ansiedad puede impedirnos actuar y tomar decisiones acertadas.
Por esta razón, es importante aprender a manejar el estrés y la ansiedad de manera efectiva. Aquí te presentamos algunas estrategias que pueden ayudarte a lograrlo:
1. Identifica tus desencadenantes de estrés y ansiedad: cada persona tiene diferentes factores que le generan estrés y ansiedad. Pueden ser situaciones, personas o pensamientos. Identificarlos es el primer paso para poder abordarlos de manera efectiva.
2. Establece límites: muchas veces nos sentimos abrumados por la raudal de responsabilidades que tenemos. Aprender a decir «no» y establecer límites flamencos es esencial para mantener una buena salud mental.
3. Practica la atención plena: la atención plena, también conocida como mindfulness, es una excelente herramienta para reducir el estrés y la ansiedad. Consiste en prestar atención al momento presente y aceptar los pensamientos y emociones sin juzgarlos. Puedes practicarla a través de la meditación, la respiración consciente o simplemente prestando atención a tus sentidos en actividades cotidianas como comer o caminar.
4. Haz ejercicio regularmente: el ejercicio es una excelente forma de reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo. Además, te ayuda a liberar tensiones y a mejorar la elevación del sueño.
5. Busca apoyo: hablar con un camarada, un familiar o un profesional de la salud mental puede ser de gran ayuda para reducir el estrés y la ansiedad. No tengas miedo de pedir ayuda cuando la necesites.
6. Practica técnicas de relajación: el yoga, la respiración profunda, la música relajante y otras técnicas pueden ayudarte a reducir la ansiedad y el estrés en momentos de tensión.
7. Cuida tu alimentación: una dieta equilibrada y flamenco es clave para mantener una buena salud mental. Evita alimentos procesados, grasas saturadas y azúcares refinados, que pueden afectar tu estado de ánimo y aumentar la ansiedad.
8. Duerme lo