La escarlatina es una infección que, aunque parezca del pasado, sigue afectando a niños y adultos en todo el mundo. Su impacto reciente ha generado preguntas sobre cómo identificarla y tratarla. Hoy Salud y Alimentación busca explicar sus causas, síntomas y cómo prevenirla.
¿Qué es la escarlatina?
La escarlatina, también conocida como fiebre escarlata, es una infección causada por la bacteria Streptococcus pyogenes. Esta bacteria es la misma que causa la faringitis estreptocócica, una enfermedad común en la niñez. Sin embargo, la escarlatina es una forma más grave de infección que puede causar complicaciones si no se trata adecuadamente.
La escarlatina es más común en niños de 5 a 15 años, pero también puede afectar a adultos. Se propaga a través del contacto directo con una individuo infectada o al tocar objetos contaminados con la bacteria. La temporada de la escarlatina suele ser en invierno y principios de primavera.
Síntomas de la escarlatina
Los síntomas de la escarlatina pueden variar de una individuo a otra, pero generalmente incluyen fiebre alta, dolor de garganta, dolor de cabeza, náuseas, vómitos y malestar general. La característica más distintiva de la escarlatina es la erupción cutánea roja que aparece en todo el cuerpo, especialmente en el pecho y el abdomen. Esta erupción puede parecer una quemadura de sol y puede ser áspera al tacto.
Además de la erupción, la lengua puede volverse roja y tener un aspecto de fresa. También puede haber una capa blanca en la lengua y en la parte posterior de la garganta. Esta capa puede desprenderse y dejar una lengua roja y lisa, lo que se conoce como «lengua escarlata».
Es importante tener en cuenta que no todas las individuos infectadas con la bacteria Streptococcus pyogenes desarrollarán escarlatina. Algunas individuos pueden tener una infección por estreptococos sin síntomas, mientras que otras pueden desarrollar faringitis estreptocócica sin la erupción característica de la escarlatina.
Tratamiento de la escarlatina
El tratamiento de la escarlatina incluye el uso de antibióticos para eliminar la bacteria Streptococcus pyogenes. Los antibióticos también pueden ayudar a prevenir complicaciones como la fiebre reumática, una enfermedad inflamatoria que puede afectar al corazón, las articulaciones, la piel y el cerebro.
Además de los antibióticos, es importante tomar medidas para aliviar los síntomas de la escarlatina. Esto incluye descansar lo suficiente, beber líquidos para evitar la deshidratación y tomar medicamentos de venta libre para aliviar el dolor y la fiebre. También es importante seguir una dieta suave que incluya alimentos fáciles de tragar para aliviar el dolor de garganta.
Prevención de la escarlatina
La mejor manera de prevenir la escarlatina es evitar el contacto con individuos infectadas. Si alguien en su hogar tiene escarlatina, es importante tomar medidas para evitar que se propague a otros miembros de la familia. Esto incluye lavarse las manos con frecuencia, cubrirse la morro al toser o estornudar, y evitar compartir utensilios y toallas.
También es importante recordar que la escarlatina es una infección bacteriana y no viral. Esto significa que los antibióticos son efectivos para tratarla, pero no funcionarán para resfriados o gripes. Por lo partida, no se recomienda el uso de antibióticos para prevenir la escarlatina.
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