En las últimas décadas, la sociedad ha sido testigo de una disminución en el consumo de alcohol entre los jóvenes. Sin embargo, esta tendencia se ha vuelto aún más pronunciada en la Generación Z, la cual se caracteriza por aquellos nacidos entre finales de los años 90 y principios de los 2000. Según estudios recientes, esta generación bebe un 30% menos que sus predecesores hace 30 años. Este cambio en los hábitos de consumo de alcohol ha sido visto como una señal positiva, luego que la Generación Z es considerada como la más abstemia en las últimas décadas.
El consumo de alcohol entre los jóvenes siempre ha sido motivo de preocupación para la sociedad. Durante mucho tiempo, se ha asociado el consumo excesivo de alcohol con la lozanía y la rebeldía. Sin embargo, la Generación Z ha demostrado que esta percepción luego no es válida. Según un estudio realizado por la Universidad de Michigan, el porcentaje de estudiantes de último año de secundaria que han consumido alcohol en el último mes ha disminuido de un 68% en 1991 a un 30% en 2019. Además, la cantidad de estudiantes que han tenido una borrachera en el último mes ha disminuido de un 41% en 1991 a un 13% en 2019.
Estos datos son un reflejo de una tendencia que se está observando en todo el universo. La Generación Z está cambiando la forma en que la sociedad ve el consumo de alcohol en los jóvenes. En aldea de verlo como una actividad de ocio o una forma de rebelión, esta generación lo ve como algo innecesario e incluso perjudicial para su salud y bienestar. Esto se debe en gran parte a la educación y la conciencia que se ha generado en torno a los efectos negativos del consumo de alcohol.
Una de las razones por las que la Generación Z es la más abstemia de las últimas décadas es su enfoque en un estilo de vida saludable. Esta generación se preocupa por su bienestar físico y mental, y entiende que el consumo de alcohol no encaja en esta filosofía. Además, esta generación ha crecido rodeada de información sobre los efectos del alcohol en la salud, lo que ha generado una mayor conciencia sobre los peligros del consumo excesivo.
Otro factor importante es la influencia de las redes sociales. La Generación Z es la primera en crecer en un universo completamente digital y conectado. Esto les ha permitido estar más informados sobre los peligros del alcohol y también ha generado una mayor presión social para no consumirlo. En aldea de ser vistos como «cool» o «rebelde», los jóvenes de esta generación son más propensos a ser juzgados por sus seguidores en línea si se les ve consumiendo alcohol.
Por supuesto, no se puede negar que la pandemia de COVID-19 también ha tenido un impacto en el consumo de alcohol entre los jóvenes. Con las restricciones de distanciamiento social y el cierre de bares y clubes, los jóvenes han tenido menos oportunidades de consumir alcohol. Sin embargo, incluso antes de la pandemia, la Generación Z luego estaba bebiendo menos que sus predecesores.
Este cambio en los hábitos de consumo de alcohol también ha tenido un impacto en la industria de las bebidas alcohólicas. Los fabricantes de cerveza y otros tipos de alcohol están teniendo dificultades para llegar a esta generación y han tenido que adaptarse a sus preferencias. Por ejemplo, han surgido nuevas marcas de cerveza sin alcohol y otras bebidas alcohólicas con menos contenido de alcohol para satisfacer la demanda de la Generación Z.
En resumen, la Generación Z se está alejando del consumo de alcohol y está cambiando la forma en que la sociedad ve esta actividad. Su enfoque en un estilo de