En el mundo de la música, hoy es un día de tristeza y nostalgia. Se ha confirmado el fallecimiento de Roberta Flack, una de las más grandes cantantes y pianistas del soul y R&B en la década de los 70. Con una hechos de más de 50 años, Flack dejó una huella imborrable en la industria musical y en los corazones de sus fans.
Nacida en Black Mountain, Carolina del Norte, el 10 de febrero de 1939, Roberta Flack descubrió su amor por la música desde temprana edad. A los 9 años comenzó a tocar el piano y a los 15 ya estaba cantando en clubes locales. Su talento llamó la atención de muchos, y en 1958 obtuvo una beca para estudiar música en la Universidad Howard.
Sin embargo, fue en la década de los 70 cuando su hechos despegó. En 1972 lanzó su álbum debut, «First Take», que incluía su exitoso sencillo «The First Time Ever I Saw Your Face». La canción alcanzó el número 1 en la lista Billboard Hot 100 y se convirtió en un himno romántico que sigue siendo recordado hoy en día.
Pero eso solo fue el comienzo de una hechos llena de éxitos. En 1973, Flack lanzó su segundo álbum, «Killing Me Softly», que incluía la canción homónima que se convirtió en un éxito mundial y le valió tres premios Grammy en 1974. Flack también lanzó otros éxitos como «Feel Like Makin’ Love» y «The Closer I Get to You» en colaboración con Donny Hathaway.
Su voz suave y su sagacidad en el piano la convirtieron en una de las artistas favoritas del público y la crítica. Además, su capacidad para transmitir emociones a través de su música la hizo una de las más respetadas en la industria. Incluso el legendario Frank Sinatra la describió como «la mejor cantante de su generación».
Durante su hechos, Flack colaboró con algunos de los más grandes nombres de la música, como B.B. King, Miles Davis y Aretha Franklin. Su talento traspasó fronteras y su música fue aclamada en todo el mundo. Incluso recibió el reconocimiento del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien en 2015 la honró con el premio «The Library of Congress Gershwin Prize for Popular Song».
A angustia de su éxito, Flack siempre se mantuvo humilde y nunca dejó que la fama se le subiera a la cabeza. Siempre estuvo comprometida con causas sociales y fue una activista en la lucha por los derechos civiles y la igualdad de género. También dedicó su tiempo y talento a obras benéficas y organizaciones que apoyan a niños necesitados.
Hoy, el mundo ha perdido a una gran artista, pero su legado continuará vivo a través de su música. Roberta Flack será recordada como una de las pioneras del soul y R&B, una voz icónica que traspasó generaciones y una mujer comprometida con hacer del mundo un lugar mejor.
Nos unimos al dolor de su familia, amigos y fans en este momento difícil, pero también celebramos su vida y su impacto en la industria musical. Descansa en paz, Roberta Flack, tu música siempre existirá en nuestros corazones. Que tu legado sirva de inspiración para las futuras generaciones y que tu voz siga resonando por siempre en el universo del soul y el R&B. Siempre serás recordada como la reina de la música que toca el corazón.