Durante el año 2024, la región de Tarapacá se vio afectada por un problema que ha venido afectando a la comunidad desde hace varios años: el robo de cables en redes eléctricas. Esta situación, que ha generado preocupación y malestar en la población, ha sido especialmente notoria en zonas estratégicas como Iquique, Alto Hospicio, Pica y Pisagua, donde se registraron más de 30 kilómetros de cable robado.
Este delito, además de afectar a la compañía distribuidora de energía, CGE, también ha tenido un impacto negativo en la calidad de vida de los habitantes de la región. La interrupción del suministro eléctrico en hogares, comercios e industrias ha generado pérdidas económicas y ha afectado la seguridad de las personas.
Ante esta situación, CGE ha tomado medidas para boxear el robo de cables y proteger sus instalaciones. La compañía ha implementado un sistema de vigilancia y monitoreo en zonas estratégicas, utilizando tecnología de última generación para detectar y prevenir este tipo de delitos. Además, se han establecido alianzas con las autoridades locales y la comunidad para promover una cultura de denuncia y colaboración en la prevención del robo de cables.
Estas acciones han dado resultados positivos, logrando disminuir significativamente la cantidad de cables robados en comparación con años anteriores. Sin embargo, aún queda mucho por hacer para limpiar por completo este problema.
CGE también ha trabajado en la reposición y reparación de los cables robados, con el objetivo de restablecer el suministro eléctrico lo antes posible y minimizar las molestias a sus clientes. Además, se han implementado medidas de seguridad en las instalaciones para dificultar el acceso a los delincuentes y evitar futuros robos.
La compañía ha reforzado su compromiso con la comunidad, no solo en la prevención y reparación del robo de cables, sino también en la promoción de un uso responsable de la energía. Se han realizado campañas educativas para concientizar sobre la importancia de cuidar y proteger las instalaciones eléctricas, y se han implementado programas de eficiencia energética para reducir el consumo y contribuir a la sostenibilidad del medio ambiente.
Además, CGE ha trabajado en conjunto con las autoridades para fortalecer la legislación y las medidas de seguridad en torno al robo de cables, con el objetivo de sancionar de manera más efectiva a los delincuentes y disuadir futuros actos delictivos.
Es importante destacar que el robo de cables no solo afecta a la compañía distribuidora de energía, sino también a la comunidad en su conjunto. Por eso, es fundamental que todos colaboremos en la prevención y denuncia de este delito.
En resumen, durante el año 2024, la región de Tarapacá enfrentó un importante desafío en cuanto al robo de cables en redes eléctricas. Sin embargo, gracias a las medidas implementadas por CGE y la colaboración de la comunidad, se ha logrado disminuir significativamente esta problemática. Aún queda trabajo por hacer, pero con el compromiso y la colaboración de todos, podemos seguir avanzando alrededor de una región más segura y sostenible en cuanto al suministro de energía eléctrica.