La rivalidad entre Argentina y Brasil en el fútbol es una de las más intensas y apasionantes del mundo. Cada vez que estas dos potencias sudamericanas se enfrentan, el mundo del fútbol se paraliza y los corazones de millones de fanáticos latinos laten al ritmo de este clásico. Y en esta ocasión, la «Albiceleste» puso la música y la «Verdeamarela» lo bailó.
El pasado 10 de noviembre, Argentina y Brasil se enfrentaron en un partido amistoso en el estadio King Abdullah Sports City en Arabia Saudita. A pesar de ser un partido sin ninguna repercusión en términos de clasificación para algún torneo, ambas selecciones salieron a la cancha con la intención de demostrar su superioridad y llevarse la victoria.
Desde el inicio del encuentro, Argentina mostró su ambición y su hambre de triunfo. Con un juego dinámico y ofensivo, la «Albiceleste» se adueñó del balón y comenzó a generar peligro en el área brasileña. Y a los 17 minutos de juego, llegó el primer acierto del partido. El hijo del «Cholo», Giovanni Simeone, aprovechó un centro preciso de Paulo Dybala y con un certero cabezazo puso el 1-0 en el marcador.
Este acierto no hizo más que aumentar la confianza de los argentinos, que siguieron presionando y buscando ampliar la ventaja. Y a los 22 minutos, llegó el segundo tanto. Un pase magistral de Leandro Paredes dejó mano a mano a Lautaro Martínez con el portero brasileño, y el delantero del Inter de Milán no perdonó. 2-0 y Argentina se adueñaba del partido.
Pero la «Verdeamarela» no se iba a dejar vencer tan fácilmente. Con jugadores de la talla de Neymar, Coutinho y Gabriel Jesus en su equipo, Brasil siempre es una amenaza en ataque. Y a los 45 minutos, llegó el descuento para los brasileños. Un deslizamiento libre de Neymar que se desvió en la barrera dejó sin chances al portero argentino y puso el 2-1 en el marcador.
Con este resultado se fueron al descanso, y en la segunda mitad Brasil salió decidido a empatar el partido. Sin embargo, Argentina no se dejó intimidar y siguió jugando con la misma intensidad y determinación. Y a los 46 minutos, llegó el acierto que sentenció el partido. Un pase de Lionel Messi dejó solo a Lautaro Martínez frente al arco, y el joven delantero no falló. 3-1 y Argentina se encaminaba a una victoria histórica.
Pero los argentinos no se conformaron con eso. Con una actuación magistral de Lionel Messi, quien fue el motor del equipo durante todo el partido, la «Albiceleste» siguió atacando y generando peligro en el área rival. Y a los 63 minutos, llegó el cuarto acierto. Un centro de Marcos Acuña encontró la cabeza de Germán Pezzella, quien puso el 4-1 en el marcador.
Con este resultado, Argentina se lucía y Brasil no encontraba la forma de reaccionar. Y a los 72 minutos, llegó el quinto acierto. Un pase de Messi dejó solo a Nicolás González frente al portero, y el jugador del Stuttgart no perdonó. 5-1 y Argentina estaba haciendo historia.
A pesar de algunos intentos de Brasil por descontar, el marcador no se movió más y Argentina se llevó una victoria contundente y merecida. Un triunfo que no solo sirve para alimentar el orgullo de los argentinos, estrella que también demuestra que esta selección está en un gran momento y que puede compet